lunes, 6 de agosto de 2012



MURIO EL MAS MALO ENTRE LOS MALOS: 


Suboficial My FAA (R) Gregorio Rafael Molina 


Mi Suboficial Mayor, Usted no fue malo. 


FUE UN SOLDADO. 




Su martirio fue un ejemplo y compromiso. 




Difícilmente ejemplo para esos pequeños hombres con grandes uniformes, galones y llenos de chapitas en el pecho pero sin nada en el corazón y muy poco en el cerebro.
Y así de malo debe haber sido.

¿Qué jerarquía y edad tenía en épocas de la Guerra un Sargento de 29 años?
¡Confiese que era el jefe de todos los malos!

Más malo que el Tte. Gral. Perón que fue su Presidente electo por el Pueblo, Comandante en Jefe de las FFAA, que le ordenó "oponer a la violencia, mas violencia".

Peor que la Sra. Presidente María Estela Martínez de Perón, electa por el Pueblo argentino y Comandante en Jefe de las FFAA que los puso en Operaciones de Guerra, sin darle ningún tipo de explicación ni fundamento.

Mucho más malo que Cafiero, Ruckauf, Luder y todos los Ministros del Gobierno que junto a la Presidente decretaron el estado de Guerra, y hoy dicen que "¡no era para tanto!".

Peor que el Gral. Videla, más perverso que el Almte. Masera, seguramente mucho mas retorcido y pérfido que el Brig. Gral. Agosti, su Cte. en Jefe.

Mas responsable que todos sus jefes que ni a visitarlo fueron, excusas sobran para los egoístas, los pusilánimes, los hipócritas a quienes Newbery, Genta, Ardiles, Guadanini, Bolzán y tantos otros Soldados de la FAA repudiarían.

Si tuviera todas las culpas que le endilgan, 


¿porque dejaron que llegara a la máxima jerarquía de su escalafón?


 ¿quién firmó sus informes de calificación y ascenso? ¿alguno de ellos se acercó?

Culpable de todas las culpas, "pedazo de sinvergüenza" que cumplió el mandato del Pueblo y las órdenes de sus superiores!

Y por eso, sin condena firme quedó hasta el final en las mazmorras, lejos de sus seres queridos y de su hogar, único destino que la Ley prevé para los malos en su estado terminal de salud.

Y como era tan malo pese a tener un cáncer de colon, con metástasis en sus pulmones, desde septiembre no le daban tratamiento alguno, con la excusa que ya no resultaba de utilidad (¡era terminal entonces! 


¿y la domiciliaria?).

O como le decían últimamente, que le iban a suministrar tratamiento porque estaba en condiciones de recibirlo, pero nunca se lo dieron, ¡se murió sin la mínima ilusión de estar recibiendo tratamiento!, seguramente por malo.

Como habrá sido de malo que ni calmantes le daban y se retorcía de dolor en su cama mientras se asfixiaba por su incapacidad para respirar.

Y hoy se fue. No soportó más el único tratamiento que merecen los malos: 


el tratamiento con odio, raciones interminables del más empecinado y profundo odio.
Pero no se fue solo, se fue con el recuerdo permanente de su Familia con la que hablaba casi a diario gracias al apoyo de Jóvenes, Viejos, Abogados, Doctores y Camaradas que día a día, pese a que no permitían verlo se acercaban para apoyarlo, cubrir alguna de sus necesidades, o al menos acercarle un teléfono para que pudiera comunicarse.

Para tranquilidad de quienes pese a su "maldad" lo quisieron, sus últimos minutos no fueron en soledad, un joven Camarada del SPF sin odios y con la humanidad de la que hacen permanente gala pese al deseo de su confeso "negro de m....." jefe, lo acompañó hasta su ultimo respiro, y que según sus manifestaciones realizó con tranquilidad a las 11:15 hs.

Y bueno, los malos como Él no tienen ni merecen Derechos Humanos, solo le dieron justicia (?).

Mi Suboficial Mayor, lo entendemos, Usted no fue malo. 


FUE UN SOLDADO.

Su martirio fue un ejemplo y compromiso.

Difícilmente ejemplo para esos pequeños hombres con grandes uniformes, galones y llenos de chapitas en el pecho pero sin nada en el corazón y muy poco en el cerebro.


Cuanto menos para los que nada saben de vocación militar, disciplina, obediencia, subordinación, abnegación y sentido del deber.

Prepárense los malos, pueden imaginarse lo que les espera y vamos a ver si tienen la Hombría del Suboficial My Molina para terminar presos pero Humanos.
Mi Suboficial Mayor, que Dios, conocedor del sentido de la vocación de Soldado lo tenga en su santa gloria y conforte a su Familia.
Mi Suboficial Mayor, nuestro compromiso no termina con su muerte, su ejemplo nos acompaña y guía, téngalo por seguro.
Mi suboficial Mayor, descanse en paz!
C. Enrique Alsina
Tcnl (R) EA
VGCT

viernes, 3 de agosto de 2012


NOS SIGUEN PEGANDO ABAJO


LA MENTIRA DE CRISTINA RESPECTO AL AUMENTO SALARIAL A LOS MILITARES

En los primeros días del mes de julio y durante la Cena de Camaradería, la Presidente de la Nación, señora Cristina Fernández anuncio un aumento salarial a las fuerzas armadas a aplicarse a partir del 1º de julio, es decir a cobrar los primeros días de agosto. 

Bueno, la Presidente de la Nación no cumplió con la palabra empeñada.

Con mucha tristeza veo que a nadie le importa cuánto cobran quienes tienen las armas de la patria en custodia, (será por ello que se pierden tantas en Argentina) y realmente creo que deberían preocuparse. 

En mi caso particular y se los doy como ejemplo para que comprendan la magnitud, cobro $ 1.100 de aguinaldo y el concepto 1, es decir el salario en blanco es de $ 967.

Estudie y obtuve el grado de Subteniente, luego de 4 años de estudios en el Colegio Militar de la Nación, durante los cuales mis padres hicieron incalculables sacrificios para mandarme los $ 60 con los que vivía por mes, ya que vivía dentro del Cuartel y los dos pasajes a Paso de los Libres durante el año. Luego del tercer año recién comencé a cobrar. 

Mi padre también es militar y desde que quise ser soldado, cuando fui a rendir a la Escuela de Suboficiales y aun luego de ingresado en el CMN, me dijo que la vida que me esperaba era dura.

Yo pensaba que la vida dura que me esperaba era la del entrenamiento duro, pocas horas de sueño, mojado y con frío en Monte Caseros o congelado en Rospentek, sediento y acalorado en Tartagal o San Javier, pero no, me equivoque.

¿Saben cuál es la vida dura que me toca? 

Ver a mis hijos con zapatillas viejas, no poder comprarle un helado a mi esposa y tener que mirar a la cara a mis subalternos todos los días y ordenarles que hagan su trabajo, sabiendo que su vocación solo les llena el pecho, pero no el bolsillo. 

Todo ello, adornado con el bastardeo cotidiano de cualquier ignorante que no sabe lo que es realmente un militar.

Volviendo al tema, Cristina Fernández anuncio un aumento que finalmente no llego en tiempo y forma, es decir no cumplió con su palabra y no la vi en Cadena Nacional informando las causas.

Desde ya muchas gracias por su atención.

Tte I Juan Herrera D´Avis
R I Mec 5 - "Grl Felix de Olazabal"

domingo, 3 de junio de 2012


SOLDADO DE LINEA



Soldado de línea

Es nuestro soldado de línea el modelo de la abnegación militar, llevado a su último límite.

El soldado argentino, tan bravo, tan abnegado, tan sufrido, ha venido a ocupar hoy la primera línea en los ejércitos americanos y podrá ocuparla fácilmente en los europeos si a las prendas naturales que posee se agregan la instrucción militar y cívica que se da al soldado europeo.

 Nuestro soldado de línea es general en cualquier arma en que se quiera utilizar sus servicios.

En Caballería es un consumado jinete, como es un hábil marinero a bordo de cualquier buque de guerra.

En Infantería como en Artillería se penetra bien pronto de la táctica de cada arma y opera como si fuese la suya propia.

Nadie se ha preocupado en estudiar este tipo de inmensa bravura y nadie, sin embargo, más digno de estudio que él.

Privado de todo goce de guarnición, si sirve en la caballería, pasa su vida miserable con el arma al brazo eternamente, combatiendo siempre contra el salvaje y siendo el guardián constante de la inmensa fortuna que encierra nuestra campaña.

Su vida no puede ser más aperreada, ni mayor la indiferencia con que lo trata el gobierno.

Sin embargo, sus labios no se entreabren nunca para quejarse, guardando una sonrisa de resignación suprema para soportar todas las miserias.

Para él, todo es lo mismo, porque de todos modos sufre, en la paz como en la guerra, en la frontera como en la ciudad.

Alegre siempre y siempre dispuesto, nunca tiene pereza para nada, siendo su única distracción el día de la pelea.

En la fortuna como en la adversidad, en el triunfo como en la derrota, siempre es el mismo, y siempre impasible y bravo, se retira a paso lento frente a las fortificaciones de Curupaytí, o avanza gallardo y ligero sobre los campos de Ituzaingó.

El sabe que las penas corporales están suprimidas, pero sufre las estacas, el cepo colombiano y los palos con la misma resignación con que ha sufrido el hambre y la miseria.

El motín militar es desconocido en nuestro ejército de línea, que no ha dado jamás un espectáculo vergonzoso.

El soldado de línea ingresa en nuestro Ejército por dos caminos: enganchado o condenado al servicio de las armas.

En uno u otro caso, ve expirar el término de su servicio sin que el gobierno o su jefe inmediato se acuerden de darlo de baja.

Y pasan los años y los dos porque fue condenado o enganchado se convierten en seis, ocho o más que le han hecho perder la esperanza de recobrar la libertad perdida.

El gobierno le debe sus cuotas de enganche y veinte o más meses de sueldo, pero ya se ha habituado a aquel proceder monstruoso y espera tranquilo el día en que la muerte salde todas sus cuentas.

El cepo y las estacas, el colombiano y los palos han levantado el grito de la venganza en su corazón hidalgo, haciéndole esperar el día de la batalla para tomar un desquite que lo deje satisfecho.

Pero el día de la batalla llega, la bandera azul y blanca flamea entre el humo del combate y el soldado olvida entonces todos sus rencores y todas sus venganzas.

Es preciso vender cara la vida en honor de aquellos colores gloriosos, jamás abatidos, y pelea y pelea hasta caer, siendo feliz si la muerte le ha dejado tiempo para gritar ¡viva la patria!.

Es que el soldado se ha sobrepuesto al hombre; la voz de la patria habla a su corazón más alto que la de todo otro sentimiento y su espíritu abnegado lo lleva hasta salvar a San Martín en San Lorenzo, o arrancar a Dantas de las trincheras de Curupaytí, no porque fuera Dantas sino porque lleva la bandera del 2 de Línea.

Y el soldado de línea lleva aquella vida desesperante y heroica hasta que la vejez o las heridas obligan al gobierno a darlo de baja, para que vague por nuestras calles muriendo de hambre y en la más monstruosa de las miserias.

Atajen a cualquiera de esos soldados, cubiertos de cicatrices, y pregúntenle cuántos meses le debe el gobierno, ¡sólo ellos son capaces de haber llevado la cuenta!

La llegada de un comisario pagador es en la frontera un acontecimiento fabuloso, aunque de veinte o más meses no lleva sino el sueldo de uno o dos.

Pero el soldado lo recibe lleno de regocijo, aunque debe diez veces más al pulpero y al gobierno mismo por descuentos que le ha hecho la contaduría y que, aunque él no entienda, tiene que pagar.

La cama es un mueble que no conoce desde que entró en el servicio, como no conoce el pan, ni más alimento que el pedazo de carne que recibe de cada ocho, cuatro días.

Primero, mira con un placer supremo el duro suelo donde le es permitido descansar su osamenta y concluye por mirar como el pináculo de la felicidad el poder dormir montado sobre su mancarrón marchero.

La galleta del proveedor es como hecha con harina de piedra, la leña no enciende, el tabaco es lengua de vaca mal secada al sol y el azúcar es tierra greda.

Pero, ¿qué le importa?

Ya se ha acostumbrado a aquella alimentación imposible y sólo teme una cosa: que llegue a faltarle.

El día que bolea algún avestruz o agarra una mulita, arroja con desprecio la ración del proveedor.

Pero cuando no tiene más, se lo ve cocinar alegremente su pedazo de carne lívida y azulada, y comerlo con un placer increíble –cualquiera que lo viera en ese acto, creería que saborea un manjar.

El gobierno ha llegado hasta cambiar para ellos las estaciones del año, mandándoles ropa de brin en el mes de julio y ponchos de bayeta en enero.

Pero todo es lo mismo, él se ha habituado a todo, a pesar de las mil pulmonías y otras mil congestiones que le han salido al camino.

En campaña, al soldado de línea no se lo ve triste un solo momento.

Todo en él es un motivo de alegría y de chacota, si acampan a descansar, porque han acampado, y si se pierden dormidos sobre el caballo, porque se han perdido.

Un charquito de agua inmundo, donde aplacar o engañar la sed, es un motivo de alegría, y el permiso de carnear y comer un patrio viejo es el colmo de toda felicidad sobre la tierra.

El veterano lo sufre todo con la misma resignación, hasta el castigo injusto, del que no puede reclamar sino después de haberlo cumplido.

¡Pero échese generala o tóquese a degüello!

El soldado se transforma, el más viejo se vuelve un muchacho y el más inválido se endereza como un atleta.

Y pelea con una bravura imponderable, sin haber peligro capaz de arredrarlo, porque al mayor peligro responde siempre con esta frase:

 “¡Y qué me importa!

¿Tengo acaso el cuero para negocio?

Su familia, su orgullo, su porvenir y vergüenza misma están en el número de su kepi, llegando hasta esa sublimidad que oímos a un soldado del 2 de Caballería, en un momento de inmensa desventura:

 “¡Una gran perra!

¡Si yo no fuera del 2 de Caballería, me desertaba!

Un soldado del 2 no podía cometer un delito tan vergonzoso y el solo respeto a su número lo había contenido.

Comprendía el delito bajo cualquier otro número, pero jamás bajo el número dos.

Fuente

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Gutiérrez, Eduardo – Croquis y siluetas militares – Ed. Edivérn – Buenos Aires (2005)
www.revisionistas.com.ar

miércoles, 30 de mayo de 2012

PURGAS EN LOS MANDOS MILITARES



La arbitrariedad en los ascensos, designaciones y retiros de oficiales superiores de las Fuerzas Armadas se ha profundizado en los últimos meses, generando situaciones que no tienen precedentes desde la recuperación de la democracia.

Un coronel en actividad fue seleccionado por el Gobierno para concursar un puesto en las Naciones Unidas, que ganó y fue designado por el organismo internacional.
 Muy pocos días antes de viajar a Nueva York, desde el Ejército le avisaron telefónicamente que el Ministerio de Defensa había anulado su designación y lo pasaban a retiro . 
Como no recibió una notificación documentada, el coronel viajó igual, asumió su cargo y, de inmediato, renunció.
No hubo explicación oficial, pero el afectado es hijo de un general ya fallecido y tenía un hermano, también oficial, muerto en Malvinas. 
En síntesis: 
culpable de portación de apellido. 
Además, papelón global .
Por imperativo geográfico, la Escuela de Tropas de Montaña “Teniente General Juan Domingo Perón”, en Bariloche, es un destino importante en el Ejército. 
El coronel designado como director en marzo, ascendido por el Senado con mayoría K, fue pasado a retiro a pocos días de su designación. 
Se adujo, en los pasillos, pues la medida no fue fundamentada, que el oficial había sido sancionado por “carapintada” en el primer levantamiento de 1987 .
No se aplicó el mismo criterio con el ascenso y designación del subjefe de Estado Mayor y director de Inteligencia del Ejército -acumulación de funciones sin antecedente histórico- que fue sancionado por la misma razón en el tercer levantamiento “carapintada”, cuando ya era muy difícil argumentar ingenuidad, pero ahora es “amigo”.
He sintetizado sólo dos casos de varias decenas de medidas de una arbitrariedad sin precedentes en los ascensos, designaciones, anulaciones y retiros intempestivos que han padecido los oficiales superiores de las Fuerzas Armadas en los últimos meses.
Hay episodios como el de una formación suspendida a último momento,porque echaron a quien había sido designado para hacerse cargo, o el de un oficial superior que viajó centenares de kilómetros para asumir un comando importante para el que había sido nombrado, pero cuando estaba llegando, recibió un mensaje en su teléfono móvil, avisándole que había sido retirado. 
A otro coronel se le comunicó que había sido pasado a retiro y, diez días después, le dijeron que volviera, que había sido un error con su apellido.
El daño profundo que estas situaciones causan en organizaciones verticales que deberían ser meritocracias y la debida consideración a los afectados y sus familias impiden describir los hechos en clave humorística , pero el Gobierno ha provocado situaciones farsescas.
En los últimos meses fueron cambiadas las recomendaciones de las juntas -bastante dóciles a la autoridad política- que califican a los militares para sus promociones. 
Pero, además, fueron brutalmente modificadas desde la Presidencia las propuestas elevadas por el ministro de Defensa , quien ha vivido una situación incómoda y desdorosa.
El claro objetivo de tanto desaguisado -aun aceptando una cuota de impericia- es conformar en las Fuerzas Armadas y de seguridadcúpulas sometidas incondicionalmente al Gobierno, con efectos degradantes para su calidad profesional y procesos de selección inversos en sus cuadros , pues se privilegia a los dóciles sobre los mejores y los prestigiosos son considerados con recelo.
Otro proceso de manipulación sobre los cuadros militares ha sido la política de remuneraciones. 
Comenzó a ser desordenada por Menem, en 1992; fue normalizada por Duhalde en el 2002 y los presidentes Néstor y Cristina Kirchner, con decretos sucesivos, volvieron a la lógica básica de las medidas de Menem y han llevado a una situación anárquica insostenible .
Hay miles de juicios iniciados por militares, gendarmes y prefectos, en actividad y retirados. 
Por decisiones de los jueces, hay decenas de sueldos diferentes para funciones idénticas. 
En una de las fuerzas armadas, casi medio centenar de oficiales cobran más que el Jefe de Estado Mayor. 
Hace siete meses que el Gobierno analiza cómo mitigar los efectos de sus errores, pero no encuentra solución.
Con penurias presupuestarias y equipos con más de 30 años de edad promedio, nuestras Fuerzas Armadas, según lo han expresado sus propios mandos, no están en condiciones de cumplir con la misión que les asigna la ley . 
El principal bien a tutelar en lo inmediato, por lo tanto, es el personal y sus capacidades profesionales. 
El Gobierno se empeña en dañarlo.

martes, 29 de mayo de 2012


EL MENTIROSO E HIPOCRITA BALZA


Balza: "Muchos me dijeron traidor, pero yo no juré defender a Videla"

Martín Balza trazó un antes y un después en la relación del Ejército con la sociedad un martes de abril de 1995. 

Aquella vez, en el set televisivo de Bernardo Neustadt, el entonces teniente coronel pidió perdón por los crímenes...

El embajador en Costa Rica presentó su libro. 

Lo acompañó el diputado oficialista Agustín Rossi.

Martín Balza trazó un antes y un después en la relación del Ejército con la sociedad un martes de abril de 1995. Aquella vez, en el set televisivo de Bernardo Neustadt, el entonces teniente coronel pidió perdón por los crímenes cometidos por integrantes de esa fuerza durante la dictadura. 

En la Redacción de LaCapital, Balza —embajador ahora en Costa Rica como antes en Colombia— recuerda el episodio y tras darle algunas vueltas al tema, admite: 

"Muchos me han dicho traidor. 

¿A quién traicioné? 

Yo no juré defender a Videla".

Antes de presentar su libro "Mi historia argentina", acompañado por el diputado kirchnerista Agustín Rossi, y el general Hugo Bruera, Balza admite: 

"El 3 de diciembre de 1990 marca para mí una fecha clave, un punto de inflexión. 

Ahí se cerró un ciclo. 

No se recuerda un período institucional de tanta estabilidad como el que va desde ahí hasta nuestros días". 

Sostiene que el hecho de ser contemporáneo de episodios clave de la vida institucional (desde que le tocó custodiar el cadáver de Eva Perón, en 1952) fue proyectando sobre él la necesidad de dejar sus impresiones. 

Y así lo hizo a lo largo de 533 páginas.

¿Por qué todo ese clima de insubordinación militar se terminó con el levantamiento de Seineldín?

Porque ahí sí hubo juzgamientos, la Justicia actuó. 

Hubo destituciones, bajas, penas severas. 

Seineldín estuvo preso 11 años, mientras que Videla y Massera habían sido indultados a los 5 años.

Una medida ejemplificadora sentó precedente y ya no volvieron a las andadas.

En el marco de la Justicia.

Ahí este libro ya tenía más razón de ser.

Tenía escrito el 50 por ciento del libro, pero en el 2008 murió mi esposa. 

Ella vivía conmigo en Colombia, regresó para el bautismo de mi primer nieto. 

Entonces me llama mi hijo mayor y me dice: 

"Papá, falleció mamá". 

Tuvimos 38 años de casados, con 4 hijos profesionales. 

Fue un golpe tremendo, me costó mucho retomar el libro. 

Me hacía recordar a ella... 

Después otro de mis hijos me pidió que termine el libro. 

Y así fue. 

La clave del libro son esas tres palabras: 

violencia, impunidad y justicia. 

No soy sociólogo, soy un militar retirado devenido en diplomático.

¿Cuándo se inició la violencia institucional en Argentina?

El 16 de julio de 1955. Lo conversé mucho con Robert Potash, tenían amistad nuestras familias. 

Robert me dijo algo que me marcó mucho: 

"En el 55, armas de la patria fueron empleadas contra objetivos civiles". 

A partir de eso no nos podemos sorprender mucho de por qué pasó lo de 1976. 

¿Sabe qué pasó? Se militarizó la violencia.

Pero hubo consenso social.

Esa militarización fue aceptada por gran parte de la sociedad, sí. 

Recordemos que tres meses después, quienes habían bombardeado Plaza de Mayo (Fuerza Aérea y Aviación Naval) llegaron como libertadores. 

No tuvieron ninguna sanción. 

Esta es mi sensación, mi vivencia. 

Le digo que ahí se institucionalizó la violencia. 

Por eso llegó lo de Frondizi; esa violencia era estimulada y no tenía costo alguno. 

Y así pasó lo de Illia, y así llegamos al 76.

Había además cierta continuación en el tiempo de ideas y personajes.

Quienes actuaron en el golpe del 76 habían sido capitanes en el 55. 

Y el germen está ahí: Videla, Riveros, Suárez Mason, Díaz Bessone

¿Estos eran asesinos natos acorde a la Teoría de Lombroso?

 ¿Eran monstruos? 

No, cometían atrocidades pero no eran monstruos. 

Usted los veía elegantes, con amigos, iban a misa. 

Por eso pasó lo que pasó.

Acicateados por civiles.

Claro, fueron cuestiones cívico-militares. 

Durante el Proceso hubo más de trescientos intendentes de un partido centenario.

Del radicalismo. 

Por eso digo violencia, impunidad y justicia. 

Porque así como se cerró un tiempo de indisciplina el 3 de diciembre del 91, el ciclo de justicia se cerró durante la gestión del presidente Kirchner. 

Y no hablo de ideología.

¿Con qué dice usted que Kirchner ese ciclo?

Con la derogación de las leyes de punto final y obediencia debida, por parte del Congreso, y la inconstitucionalidad que estableció la Corte. 

Hay que superar el pasado, no olvidarlo.

Pero muchos sectores, incluso progresistas, sostienen que la política de derechos humanos del gobierno es una máscara.

Si alguien piensa distinto, ese disenso debe enriquecernos. Kirchner, cuando asumió, dijo que hay "que separar la paja del trigo". 

Los indultos, y las otras leyes, tendieron un manto de sospecha sobre todos nosotros. 

Como el título de una película francesa: 

"Somos todos asesinos". 

Si nadie era responsable de nada, todos estábamos sospechados de ser torturadores y asesinos.

Cuando usted fue al programa de Bernardo Neustadt a pedir perdón por las atrocidades de la dictadura, muchos de sus camaradas no estaban de acuerdo. 

¿Eso cambió?

Eso fue el martes 25 de abril de 1995. 

No descarto lo que usted dice. 

Muchos estaban sorprendidos, incluso el propio presidente (Carlos Menem). 

Se trataba de una responsabilidad institucional del Ejército ante la sociedad. 

Pero después de eso estuve 4 años más como jefe del Ejército, y no hubo problemas con eso. 

Me sentí acompañado por el personal en actividad y por muchos retirados. 

Obviamente, muchos otros no. 

Con la asunción de De la Rúa hubo un intento de atenuar lo que pasaba. 

Yo no comparto la Teoría de los Dos Demonios. 

En Alemania, al referirse a desaparición forzosa de personas hablaban de "la muerte argentina". 

Escúcheme, algunos hombres del Ejército robaban propiedades. 

Todo en nombre de Dios para cometer los crímenes más grandes.

Muchos creen que falta investigar y juzgar los crímenes de la guerrilla. 

La familia de Rucci está reclamando y pidiendo justicia, por ejemplo. 

¿No falta investigar la otra pata de la violencia?

Eso no es de ahora... 

Son opiniones. 

Yo dije muchas cosas...

¿Pero usted qué posición tiene?

Creo que es un pedido que hacen... 

Han sufrido cosas... 

Pero hay que preparar el Ejército del Siglo XXI. 

Que los cadetes sepan la conducta que debe tener un militar. 

Nada impedía juzgar con todo el rigor de la ley. 

Hay una frase de San Martín que explica todo: 

"La patria no hace al militar para que la deshonre con sus crímenes". 

Muchos me han dicho traidor... 

Yo preguntaría: 

¿a quién traicioné? 

Yo no juré defender a nadie en particular, se defiende a la Constitución nacional. 

No creo haber traicionado eso. 

Yo no juré defender a Videla.

General, ¿es usted un "militar kirchnerista"?

Kirchner fue quien me ofreció la embajada en Colombia, y luego me confirmó la presidenta. 

He tratado de cumplir con la política exterior del gobierno, en eso estoy consustanciado.

¿Se imagina en un cargo político, ser candidato en futuras elecciones?

No. 

Hay monosílabos que son contundentes.

MANDO ESTO, Y NO PUEDO EVITAR LOS COMENTARIOS, ANTE LAS IMPLICANCIAS DE TANTOS EXABRUPTOS.

DEBE SABERSE:

1) DURANTE EL PROCESO MILITAR, BALZA FUE MAYOR Y ASCENDIO A TENIENTE CORONEL ...
NO SON GRADOS MENORES NI MUCHO MENOS EXCENTOS DE GRAVES RESPONSABILIDADES. 
 
2) EN ESE PERIODO FUERON PUESTOS EN LISTAS PARA UNA FEROZ PURGA POR "NO COMPARTIR LOS PRESUPUESTOS BASICOS Y LOS LINEAMIENTOS DEL PROCESO (DICTADURA) 114 OFICIALES DEL EJERCITO.

TODOS POR NO APOYAR EL GOLPE DE ESTADO, Y/O TENER UNA PUBLICA POSICION TOMADA EN CONTRA DE LA INTERRUPCION DE LA VIDA INSTITUCIONAL, ADEMÁS DE OSTENTAR MUCHOS DE ELLOS UNA RECONOCIDA FILIACION JUSTICIALISTA.

DE ESOS, 33 FUERON DADOS DE BAJA EN 1981, Y EL RESTO QUEDÓ PARA UNA SEGUNDA "TANDA" A EYECTAR EN 1982 ...
PERO MALVINAS Y SUS CORRELATOS, HICIERON ABORTAR EL PLAN DE "ELIMINACION".

3) EL DEVENIDO HOY EN DIPLOMATICO K COMO PREMIO POR SU CINICO Y FALAZ "MEA CULPA", NO SÓLO NO FIGURABA EN ESA LISTA, SI NO QUE NUNCA SE LE CONOCIÓ UN SOLO GESTO O PALABRA DE REPROBACION, NI PRIVADA NI PÚBLICA, EN CONTRA DE LO QUE SUCEDIA.

AL CONTRARIO, ERA UN CONSTRITO Y OBSECUENTE CUMPLIDOR DE ORDENES Y DIRECTIVAS.

PERO NO TERMINA ALLÍ TODO ...COMO TENIENTE CORONEL FUE JEFE DE UNA UNIDAD MILITAR EN PASO DE LOS LIBRES (CORRIENTES) EN CUYOS TERRENOS FUNCIONABA UN CENTRO DE DETENCION CLANDESTINO, AL QUE FUERON A DAR PARA NUNCA MÁS APARECER, DECENAS DE INTEGRANTES DEL "EJERCITO MONTONERO EN LA TERCERA OFENSIVA"

(DICHO DE PASO,  IGUAL QUE LOS CENTROS QUE FUNCIONABAN TAMBIEN EN CAMPO DE MAYO, DONDE ANTES  REVISTÓ CON EL GRADO DE MAYOR, EN EL PERIODO MÁS CRITICO DEL PRN, Y DONDE ADEMÁS DE SUS FUNCIONES NORMALES POR CARGO, SE DESEMPEÑABA COMO JEFE DE TURNO Y/O JEFE DE DÍA.

ACTIVIDAD ESA QUE INCLUIA ENTRE OTRAS, LA CONFECCION DETALLADA Y "CONFIDENCIAL" DE LA LISTA DE TODOS LOS DETENIDOS POR LAS FUERZAS DE TAREAS Y FRACCIONES A CARGO DE LA LUCHA CONTRA LA SUBVERSION, LA CUAL DEBÍA PRSENTAR AL FINALIZAR SU TURNO A LOS JEFES DEL AREA, ENTRE LOS QUE SE DEBE MENCIONAR NADA MENOS QUE A LOS GRALES. SANTIAGO OMAR RIVEROS, REYNALDO BIGNONE, ETC., ETC.)

4) FINALMENTE,  DON BALZA LE DEBE AL "EJERCITO DISCIPLINADO" QUE DICE HABER LEGADO  .. Y TAMBIEN A LOS "INDISCIPLINADOS" QUE SE ENCARGÓ DE PERSEGUIR Y ELIMINAR DE LAS FILAS, UNA EXPRESA ACLARACION Y DEFINICION PRECISAS, LAS  QUE OMITIÓ (Y OMITE TODAVIA) CUANDO EL MEA CULPA Y SUS "DESMEMORIAS":

1ro.  CUAL ES EL PROCEDER Y LOS ASPECTOS DE FORMA Y FONDO QUE DEBE CUBRIR EL SUBALTERNO PARA NO CUMPLIR UNA ORDEN DE UN SUPERIOR,  CON EL OBJETO DE "NO DELINQUIR", SI PRESUME O ENTIENDE QUE LA MISMA NO ES IMPARTIDA EN BIEN DEL SERVICIO Y CONTESTE CON LAS LEYES Y REGLAMENTOS EN VIGOR.

2do.  EN QUÉ REGLAMENTO Y/U ORDEN DE CARÁCTER INMODIFICABLE Y PERMANENTE, DEJÓ PERFECTAMENTE ESTIPULADO TODO ESE BAGAJE CONCEPTUAL, PARA SU CUMPLIMIENTO Y EJECUCION MATERIAL.

ELLO, POR SER CUESTION PARA NADA MENOR NI DE FÁCIL TRÁMITE COMO ES DE SUPONER, EN UNA ORGANIZACION ENCARGADA DE CUMPLIR ORDENES, Y NO PRECISAMENTE MOTIVADAS EN ORGANIZAR Y OPERAR PARQUES DE DIVERSIONES O VIAJES DE TURISMO O RECITALES DE ROCK AND POP.
REFLEXIONES FINALES:

NO CONSTITUYE ÉL, POR LO ANTES DICHO EL MEJOR EJEMPLO DE CÓMO PROCEDER EN ESAS SITUACIONES ...

Y POR LO TANTO SE CUIDÓ MUY BIEN DE EXPLICARLO Y DEJARLO DEBIDAMENTE DOCUMENTADO Y PROMULGADO.

EN FIN, NO DEBE SORPRENDER QUE SU CONDUCTA SEA IGUAL QUE LA DE SUS MENTORES Y FERVIENTES ADMIRADORES, MIEMBROS DE LA NOMENKLATURA DEL REGIMEN K.

lunes, 28 de mayo de 2012


OLOR A OZONO    
                                                                                                                           

En su nota “Candombe en Angola” publicado en la Edición Nro. 3214 del medio informático NOTIAR del jueves 24 de mayo del corriente, el destacado periodista y amigo Humberto Bonanata (a quien pido disculpas por utilizar su frase como título de este artículo) alerta dramáticamente sobre la crítica, cuando no tensa, situación por la que atraviesa la Argentina.

Advierte sobre posibles e inminentes escenarios no deseados (“…Ese “olor a ozono” que percibían los españoles en 1935, un año antes del horrendo enfrentamiento fratricida...

¿Olor a ozono?, 

ciertamente es el olor a tierra mojada que comentan en el campo cuando el clima precede una tempestad. 

Así vivimos los argentinos frente a la República otra vez perdida…”). 

Y reproduce un sabio comentario que le hiciera un ex diputado radical: 

“…ya no los salvarán los milicos como en 1955 y 1976…

No puedo estar más que totalmente de acuerdo con esta última aseveración. 

Las Fuerzas Armadas de la Nación hace tiempo que dejaron de ser “un Partido Militar” con un rol "preservativo" (¿se entiende?) de democracias con muletas, convocadas siempre por alguno de los partidos tradicionales y otras expresiones de la sociedad argentina. 

Hoy, los cuarteles no tienen más puertas para ser golpeadas ni orejas verde olivas para ser calentadas. 

¡Con más de 1100 presos políticos (militares, gendarmes, prefectos, policías, penitenciarios y civiles), de los cuales 160 murieron en cautiverio!, 

 ¿cuántos “milicos” estarán dispuestos a ser cómplices de la corrupción del régimen y eventual represión para luego ir presos por “cumplir órdenes”? 

Supongo que no están entre sus intenciones desempeñar o asumir nuevamente roles "preservativos".

Avizoro, con angustia y pena, sólo una misión para “los milicos”: 

levantar cadáveres al final de la "jornada". 

Macabra logística, que le dicen. 

Así las cosas, la sociedad enfrentará una situación inédita en la historia de nuestro país. 

Ya no hay más “Cincinatos” (en el año 439 a.C. la libertad de Roma estaba en peligro y amenazada, y los senadores pensaron que sólo un dictador podía salvarla. 

Eligieron y convocaron entonces a Lucio Quincio Cincinato - viejo y retirado general dedicado a labrar la tierra -, y él restauró la República)

Y esa “tempestad”que predice Bonanata, viene asomando sobre una nación que ya no es república. 

¿O acaso alguna de sus instituciones existe o funciona como tal? 

Entonces es previsible el colapso que viene perfilándose como corolario de esta anarquía encubierta, o no tanto.

Termina el articulista, 

“…Que un viento de fronda cívico nos despeje el olor a ozono y que nunca más corra sangre entre argentinos…”

concepto que también comparto plenamente, pero temo que sólo sea una mera expresión de deseo.

Es que “los jóvenes idealistas y progresistas” destaparon la caja de Pandora.

Fuerzas siniestras (en ambos sentidos de la palabra) ya no están en la selva  tucumana ni en la clandestinidad urbana…están en el Poder y no se irán por decretos o solicitadas. 

 Tampoco por medio de los votos. Viejos y nuevos “mocosos estúpidos e imberbes” (diría el General Perón) se apropian de las arcas del Estado, de nuestros bienes y ahorros, robándonos además nuestras ilusiones y comprometiendo el ser nacional.

La caterva “institucionalizada” en el poder resistirá y enfrentará a una ciudadanía agobiada por el autoritarismo totalitario e indignada por la falta de justicia y el imperio de la corrupción, pero que solamente (y esto es lamentable) se movilizará cuando comience a hacer metástasis su 

“víscera más sensible: el bolsillo”

Y en ese proceso parece que avanzamos.

¡Pero qué mal que estamos! Pensar que Lope de Vega, en su obra teatral Fuenteovejuna, legitima el levantamiento del pueblo contra el abuso de poder del Comendador Fernán Gómez de Guzmán y la falta de Justicia. 

 Los Reyes Católicos entendieron y justificaron la causa y el efecto de la rebelión.  

Nosotros, en cambio, quizás respondamos como en Fuenteovejuna, “todos a una”, pero por otras razones: los aumentos de precios de la yerba, el pan, el colectivo, la luz, el gas, los medicamentos, el asadito, el "blue", etc. 

Y quizás entonces “comendadores” y “comendadoras” tendrán que rendir cuentas de sus latrocinios.

Vale, pareciera, la sentencia de Bill Clinton: “Es la economía, estúpido”.

Solemos decir que podemos perder o que hemos perdido el “tren de la historia”.

Pero la Historia es “Maestra de la Vida” (Marco Tulio Cicerón) y “Madre de la Verdad” (Cervantes), y por ello es que, como toda buena maestra y buena madre, siempre brinda segundas oportunidades. 

Pero el problema no es que los argentinos hayamos perdido el tren de la historia, pudiendo abordar el siguiente (otra oportunidad). 

El problema es que aún no sabemos, siquiera, dónde está situada la Estación del Ferrocarril para abordarlo.

Así nos fue … y así nos va ... 

¿cómo nos irá?

Licenciado Jorge P. Mones Ruiz